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¿Con qué frecuencia se debe dar mantenimiento?

¿Con qué frecuencia se debe dar mantenimiento a las puertas automáticas?

La frecuencia con la que se debe dar mantenimiento a las puertas automáticas depende de varios factores clave:

1. Tipo de uso e intensidad:

  • Uso residencial: Generalmente, se recomienda una revisión cada 6 a 12 meses. Si el uso es muy ocasional, podría ser anual, pero si se utiliza varias veces al día, es mejor cada 6 meses.
  • Uso comunitario: (edificios, urbanizaciones): Debido al mayor tráfico, lo habitual es realizar el mantenimiento cada 3 o 6 meses. 
  • Uso comercial o industrial (tiendas, supermercados, almacenes, hospitales): Donde el uso es intensivo (cientos o miles de ciclos al día), se aconsejan revisiones trimestrales (cada 3 meses) o incluso mensuales.
  • Puertas rápidas: Estas puertas, por su naturaleza de alta velocidad y uso constante, suelen requerir mantenimiento cada 4 meses.

2. Entorno y condiciones climáticas:

  • Entornos hostiles: Si la puerta está expuesta a la intemperie con condiciones climáticas extremas (frío intenso, calor extremo, lluvias fuertes), salitre (zonas costeras) o productos químicos, el mantenimiento debe ser más frecuente, quizás cada 3 meses o menos, para controlar y proteger su estado.

3. Normativa y recomendaciones del fabricante:

  • Fabricante: Siempre es fundamental seguir las instrucciones y recomendaciones del fabricante de la puerta automática, ya que ellos conocen mejor las especificaciones y necesidades de sus equipos.

4. Señales de alerta que indican necesidad de mantenimiento inmediato:

Aunque tengas un programa de mantenimiento establecido, hay señales que indican que la puerta necesita una revisión profesional de inmediato:

  • Ruidos extraños: Chirridos, golpeteos, zumbidos o vibraciones inusuales al abrir o cerrar.
  • Movimiento irregular: La puerta se atasca, se mueve lentamente, con tirones, de forma intermitente o se detiene abruptamente sin razón aparente.
  • Fallo en el sistema de seguridad: Si la puerta no se detiene al detectar un obstáculo (fallo de fotocélulas o sensores anti-aplastamiento).
  • No responde al mando o sensor: Problemas de comunicación o funcionamiento con los sistemas de apertura.
  • Daños visibles: Cualquier daño físico, golpes o intentos de robo.